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4 de diciembre de 2024

La llegada del otoño se percibe generalmente como un alivio refrescante, una pausa bien recibida del intenso calor y la humedad del verano. Para los profesionales de la medicina, especialmente en las áreas de urgencias y emergencias, el otoño se asocia con un aumento significativo de las infecciones respiratorias. 

Curiosamente, no se considera que el descenso de la temperatura sea la causa del aumento, sino más bien la falta de humedad. Los estudios indican que los virus respiratorios comunes se propagan más fácilmente en condiciones de aire seco, lo cual reseca la nariz y la hace más susceptible a infecciones respiratorias.

Este mes, consideramos que sería oportuno profundizar en el tema de las infecciones respiratorias, incluyendo las infecciones de las vías respiratorias superiores (Upper Respiratory Infections, URIs) y sus versiones más graves, las infecciones de las vías respiratorias inferiores (Lower Respiratory Infections, LRIs). 

¿Qué es una infección de las vías respiratorias superiores (Upper Respiratory Infection, URI)?

Una URI es una enfermedad común y con frecuencia contagiosa que afecta las vías respiratorias superiores, incluyendo la nariz, la garganta y los pulmones. URI es un término amplio que abarca una variedad de afecciones, tales como el resfrío común, la sinusitis, la faringitis y la laringitis.

Estas infecciones generalmente son causadas por virus, aunque también pueden ser provocadas por bacterias u otros microorganismos. Ocurren cuando un virus o bacteria ingresa al organismo a través de la nariz o la boca y se adhiere al revestimiento de las vías respiratorias superiores, lo que causa inflamación y congestión.

Causas de las infecciones respiratorias

Las infecciones de las vías respiratorias superiores ocurren cuando un virus o una bacteria penetra en el sistema respiratorio. Las infecciones de este tipo pueden atribuirse fácilmente a:

  • Tocar una superficie contaminada y luego llevarse las manos a la boca, la nariz o los ojos.
  • Dar la mano, abrazar o besar a un enfermo
  • Inhalar gotitas en el aire (producidas por un estornudo o tos)

Las infecciones respiratorias también se han asociado con factores de riesgo ambientales y de estilo de vida, como los contaminantes atmosféricos y el polen, la exposición a sustancias químicas, irritantes o tóxicas y una mala ventilación interior.1

Riesgo de infecciones de las vías respiratorias

Determinadas personas son más propensas a sufrir infecciones respiratorias, incluyendo:

  • Adultos mayores
  • Niños pequeños
  • Personas con un sistema inmunitario debilitado
  • Personas con enfermedades crónicas como EPOC, cardiopatías, diabetes o enfermedades pulmonares
  • Fumadores y personas expuestas al humo de segunda mano.

Evaluación y tratamiento de los síntomas de las URI

En general, una infección de las vías respiratorias superiores puede diagnosticarse durante un examen físico. En algunos casos, el médico puede llevar a cabo una prueba rápida de faringitis estreptocócica o un panel de infecciones víricas para identificar la causa subyacente de la infección respiratoria. 

El tratamiento para una URI, en general, se centra en aliviar los síntomas y apoyar el sistema inmunológico del cuerpo. En la mayoría de los casos, los síntomas de las URI se resuelven por sí solos en un plazo de 7 a 10 días; sin embargo, pueden recetarse antibióticos en caso de una infección bacteriana.

Más que una URI: cuando la infección respiratoria se agrava

Algunos virus como el de la gripe (Flu), el coronavirus (COVID-19) o el estreptococo (Strep) pueden provocar síntomas más graves de infección respiratoria, conocidos como infección respiratoria inferior (LRI). Las LRI son sistémicas y afectan a más de un sistema del organismo, incluyendo los pulmones y las vías respiratorias. Por regla general, las IRL duran más y son más graves que las infecciones de las vías respiratorias superiores.

Infección de las vías respiratorias superiores (Upper Respiratory Infections, URIs) Infección de las vías respiratorias inferiores (Lower Respiratory Infections,  LRIs)
Afectan la nariz, la garganta y los senos nasales, causando síntomas como goteo nasal, estornudos, tos y dolor de garganta. Estas infecciones respiratorias suelen ser leves y a menudo se resuelven por sí solas con reposo, hidratación y medicamentos sin receta. Afectan los pulmones y las vías respiratorias, lo que provoca síntomas más graves como sibilancias, dificultad para respirar y opresión en el pecho.

Las LRI pueden ser más graves y potencialmente mortales, especialmente en poblaciones vulnerables como ancianos, niños pequeños y personas con un sistema inmunológico comprometido. Mientras que las URI pueden causar molestias e inconvenientes temporarios, las LRI pueden derivar en problemas graves como:

  • Neumonía: una infección que afecta a uno o ambos pulmones, provocando que los sacos de aire (alvéolos) se llenen de líquido o pus. Los síntomas de la neumonía pueden variar de leves a graves y pueden incluir tos con o sin mucosidad (una sustancia viscosa), fiebre, escalofríos y dificultad para respirar. Diversos organismos, como bacterias, virus y hongos, pueden causar neumonía. 
  • Bronquitis: una infección que afecta a las vías respiratorias mayores (tráquea y bronquios) que transportan el aire hacia y desde los pulmones provocando tos, sibilancias y dificultad para respirar.  La bronquitis puede ser aguda o crónica, con síntomas que van de leves a graves, y generalmente es causada por una infección vírica o bacteriana.
  • Bronquiolitis:  una infección viral de las vías respiratorias más pequeñas (bronquiolos) que se ramifican desde los bronquios y que provoca síntomas similares a los de un resfrío común (secreción nasal, tos, sibilancias). La bronquiolitis es más común en niños menores de 2 años. Puede ser leve y controlarse en casa, pero también puede ser grave, especialmente en bebés y niños pequeños.

Más aún, el mismo virus que a una persona le provoca un resfrío común (URI) puede derivar en una afección más grave (LRI) en otra. Un buen ejemplo es el virus respiratorio sincicial, VRS (Respiratory Syncytial Virus, RSV).

Virus respiratorio sincicial (VRS)

El VRS es un virus común y sumamente contagioso que se transmite a través del contacto cercano con una persona infectada, tocando superficies contaminadas y por el aire. Puede afectar tanto a las vías respiratorias superiores como a las inferiores, aunque afecta principalmente a estas últimas.

En niños mayores y adultos, el VRS puede causar sólo síntomas de las vías respiratorias superiores, similares a los de un resfrío común o una sinusitis.

Por otro lado, en el caso de los niños pequeños... el VRS suele causar una infección de las vías respiratorias inferiores que podría derivar en afecciones como bronquiolitis o neumonía. De hecho, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC), el VRS es la causa más frecuente de bronquiolitis y neumonía en niños menores de 1 año.2

Los síntomas más graves del VRS pueden ser:

  • Sibilancias 
  • Tos
  • Respiración entrecortada
  • Respiración rápida
  • Apnea/respiración superficial (en lactantes)

Aunque el VRS puede afectar a cualquier persona, los bebés prematuros, los lactantes muy pequeños y los adultos mayores, especialmente aquellos con enfermedades cardiacas o pulmonares o un sistema inmunitario debilitado, tienen mayor riesgo de sufrir infecciones graves por el VRS.

Vacunas de protección

Ante la inminente triple amenaza (“tripledemia”) de gripe, COVID-19 y VRS, es fundamental estar al día con los protocolos de vacunación. El CDC recomienda que todas las personas mayores de 6 meses se vacunen anualmente contra la gripe y que estén atentas a la evolución de las pautas sobre las vacunas COVID-19 (especialmente a la luz de nuevas variantes, como las muchas subvariantes de Omicron). Además, se ha puesto a disposición de los adultos mayores de 60 años una vacuna de dosis única contra el VRS, aprobada por la FDA. Se recomienda consultar con el médico personal para saber cuál es la más adecuada para cada caso.

Cuándo buscar atención médica por una infección respiratoria

Por todas estas razones... ser consciente de la gravedad de una infección respiratoria es importante. Aunque las infecciones respiratorias suelen resolverse en casa con tiempo, paciencia y cuidado personal, siempre es recomendable buscar ayuda médica en caso de dudas (o angustia). Por ejemplo, muchas personas no están seguras de la diferencia entre fiebre baja y fiebre alta (y cuándo hay que limitarse a vigilar los síntomas o cuándo hay que acudir al médico).3

Beneficios de una atención oportuna, cerca de casa

Mejor que la atención de urgencia y más accesible que la Sala de Emergencias, GuideWell Emergency Doctors es el lugar donde las personas de todas las edades (incluidos los pacientes pediátricos) pueden buscar diagnóstico y tratamiento rápidos para los síntomas preocupantes de los virus respiratorios. Aquí hay médicos especialistas en Medicina de Urgencias certificados por la Junta, así como servicios de diagnóstico por imagen y análisis rápidos de laboratorios que no se encuentran en los centros habituales para atención de urgencias.


1WebMD (2023). Respiratory Infections: Symptoms, Causes, and Treatment. https://www.webmd.com/lung/copd/keep-getting-infections

2Centers for Disease Control and Prevention (CDC) (2020). Respiratory Syncytial Virus (RSV). https://www.cdc.gov/rsv/index.html

3Heathline (2023). Symptoms of Fever in Babies, Children, and Adults, and When to Seek Help. https://www.healthline.com/health/fever-symptoms#seek-help
 

GW ED BLG 002S 122022